Si aún no lo sabes Fitenium es una red social gratuita, mobile y basada en vídeo para atletas que entrenan fuerza o ejercicios de peso corporal. En Fitenium los usuarios pueden seguir su rendimiento, competir y conseguir descuentos en tiendas de nutrición y equipo deportivo. Descárgala aquí.
Realizar deporte de forma habitual es sumamente saludable tanto para nuestro cuerpo como para nuestra salud mental. Salir a correr, sin ir más lejos, ayuda a mejorar el estado de nuestra memoria.
Sin embargo, en algunos casos se acusa a los corredores de provocar determinadas “adicciones” que pueden afectarles. Casi se cree que algunos corredores pueden considerarse adictos a correr, lo que puede afectar su vida personal y profesional y ya se denomina runnorexia.
Lo primero que hay que recordar es que no existe un manual clínico para el que la runnorexia esté clasificada o presente como adicción. En este sentido, es similar a lo que se conoce como adicción al trabajo o adicción a las compras. No siguen el mismo mecanismo que la adicción a las drogas -no les afecta al mismo nivel- pero pueden afectar nuestro bienestar y nuestra calidad de vida.
En cuanto a la práctica de la “adicción”, en este momento se ha investigado muy poco sobre este punto, y lo que existe no solo se refiere a la práctica sino también a la adicción al deporte en general. Estos estudios señalan que alrededor del 18% de las personas que practican deporte habitualmente tienen una particular adicción al deporte, sobre todo en el caso del ejercicio aeróbico.
Los factores asociados a esta situación se refieren a variables físicas y ambientales. En el caso de las variables físicas, la alegría que produce la liberación de endorfinas puede afectar la mejora. En el caso de las variables ambientales, la imagen social y personal del deportista influye en el mecanismo que conduce a la adicción.
Algunos tienen un papel de atleta, juegan un papel particularmente importante en el refinamiento de la identidad de un individuo y tienen un cierto nivel de ansiedad. Estas personas pueden sentir que su valor como atletas también determina su valor como humanos y como humanos. Si fracasan como atletas o corredores, también sienten que están fracasando como personas.
Esto puede, sobre todo, llevarte a la sensación de que necesitas salir a correr o hacer deporte, no sentirte culpable o seguir un comportamiento obsesivo-compulsivo que no es suficiente. Ahi esta. Estos mismos mecanismos pueden afectar a personas que están absortas en otras cosas, como el trabajo. Como resultado, afecta su vida social, su trabajo y su salud mental.
Las recomendaciones en estos casos son para aquellos que ven afectada y obstruida la vida normal por el deporte obsesivo-compulsivo para manejar los procesos que están afectando el malestar y el uso del deporte. Significa que puede pedir ayuda a un profesional de la salud mental que le proporcione las herramientas adecuadas.